Los vinos chilenos y el granito
Para hablar sobre granito primero se debe dejar en claro qué es. El granito es una roca ígnea formada por un agregado de cristales de distinta composición como cuarzo, feldespatos y micas, que se forman a mucha profundidad como consecuencia del enfriamiento del magma líquido bajo condiciones extremas. La meteorización (descomposición) de estas rocas da lugar a terrenos graníticos arenosos que presenta condiciones especiales para las plantaciones de vides de vinos de alta gama.
En Chile podemos encontrar distintos tipos de suelos de granito, donde los más representativos para las vides chilenas son tres: 1) Granito transportado 2) Granito transportado con alto grado de evolución 3) Granito in situ.
Los vinos de granito transportado son vinos de volumen medio, buen paladar y equilibrado. Por otro lado los vinos de granito transportado con alto grado de evolución son de mayor estructura, sensación más pesada y amplia, con taninos suaves. Y por último los vinos de granito in situ son vinos frescos, verticales, con tanino punzante y largo.
Calidad para los vinos chilenos
En general los vinos hechos con uvas que provienen de viñedos plantados en suelo de granito son más austeros en nariz, pero más elegantes. En boca son vinos con una textura granular.
Este tipo de suelos es perfecto para crear vinos blancos, ya que preservan muy bien la acidez, entregando notas minerales y muy largos en boca. Por otro lado, en tintos esta acidez se traslada a vinos más frescos, ligeros y vibrante.
Los vinos derivados de suelos de granitos están presentes en vinos chilenos e internacionales.